lunes, enero 21, 2008

 

Carnaval de las promesas (incumplidas)

En los pasados días fui obligado (si, obligado) a concurrir al Teatro de Verano. No fui a ver a ninguna banda. No fui a ver ningún espectáculo musical en realidad (Tampoco fui al concurso de sombras chinescas marxistas organizado por Fassano)
Concurrí (Repito, obligado) a presenciar un fenómeno que conjuga los aspectos mas degradantes de la sociedad uruguaya (maquillaje, chistes bien pelotudos, cocaína) Si señores, hablo del carnaval (Y por si no se dieron cuenta relean el título)
Para peor, no era el carnaval común y corriente (Que si bien es detestable, comparado con el de Gualeguaychú ver un show de los mamasapiens es como ir al teatro a ver una obra de Molière) Hablo del carnaval de las promesas, ese mal que arruina niños y jóvenes corrompiendo su cerebro y atrofiando su metabolismo de la manera mas ruin transformando futuros ciudadanos de bien, que perfectamente podrían llegar a ser contadores, urólogos, jueces de línea o alcanza pelotas de la Liga Universitaria en una especie de bichos androides con menos futuro que Abdala como precandidato.
El carnaval es, como todos sabemos, de lo más repugnante que tiene nuestra “cultura”, junto a Natalia Oreiro, Laport, bizcochear, chistarle al guarda, ir al bar por unos trucos y soñar con ser campeón…
Recuerdo de chico a mi madre diciendome “atrofiadito, pajerito, a vos te tiene que gustar el carnaval, es uruguayo”. Argumento estúpido ¿Verdad? Más todavía tomando en cuenta que a ella no le gusta el mate, a lo que retrucaba con ese argumento (¡JA! Te hacés la patriota, la Artigas…ahí tenés, lleve nomás. Gran demostración de la retórica te mandé a guardar, vieja. Si me viera Gorgias estaría más que orgulloso…lástima que murió hace más de 2500 años… Uy, se me fue al diablo este paréntesis, mejor lo cierro y comento mi odisea en ese círculo del infierno)

21:00 – Mi arribo al Teatro de Verano.
21:15 – Comenzó el primer espectáculo, y al poco tiempo comencé a perder la noción del tiempo y del espacio. Mis sentidos estaban confundidos.
21:20 – Empecé a temblar, y no de frío… Al ratito las alucinaciones (Por unos segundos me pareció ver a Mao Tse Tung totalmente desnudo corriendo por el escenario y agitando una bandera de los Chicago Bulls)
21:25 – Perdí la capacidad motora del lado derecho, me caía baba por la comisura de la boca. El sentimiento de aburrimiento era abrumador, comencé a distraer mi mente con banalidades. El muchacho que estaba sentado adelante mío tiene 7835 pelos en la cabeza.)
21:30 – La locura golpea mi mente. Experimenté un principio de esquizofrenia donde por 2 minutos estaba convencido de que yo era el Puma Rodríguez.
21:40 a 21:50 – El cuerpo es sabio. Ése fue el motivo de mi desmayo. Lamentablemente volví en sí cuando un micrófono hizo acople.
21:55 – El aburrimiento me poseyó. Agarré una baldosa y me martillé los testículos.
22:00 – La desesperación me pudo. Arranqué una butaca y le pegué a todo lo que se movía. Rápidamente me redujeron y me obligaron a seguir mirando (Hubiera preferido la picana)
22:05 – Estaba agonizando. Vi una luz al final de un túnel. Cuando preparaba mi alma para encomendarla a Dios vino el milagro. Mi padre me susurra “falta 1 minuto”. Enseguida todo volvió a la normalidad, pero por poco tiempo.
Cuando recobré los sentidos, vi varias cosas que terminaron por liquidarme. Viejas paradas en las butacas aplaudiendo y cantando, otras que gritaban, gente que tiraba papelitos y globos, el presentador que dijo “desde el departamento de Melo”… ¿EN QUE MOMENTO VENDIMOS NUESTRA DIGNIDAD? ¿QUÉ CARAJO PASO CON NUESTRA HONRA? ¿A CUANTO LA VENDIMOS? ¿POR QUÉ TENEMOS QUE SER TAN INCIVILIZADOS Y ATRASADOS?
El pánico me dominó, salí corriendo despavorido por la rambla y gritando a voz de cuello hasta que me desmayé, esta vez de cansancio. Amanecí en playa Hermosa, con los oídos sangrando y sin ropa… Luego de caminar 100 kilómetros aquí me encuentro, frente a un monitor contando mi martirio y bajando la discografía de Donato y Estéfano, previniendo a los jóvenes de ese mundo carnavalero y hostil. Es un viaje de ida.

La sociedad uruguaya está enferma, pido la eutanasia.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?