El prepucio de Gorzy

El mes pasado sentí un gran pesar, una tristeza que me caló en lo más profundo de mi ser, una mala noticia que trastornó mi pequeño corazoncito, experimenté una desolación comparable a la que sentí cuando me contaron que los Tico Tico no se fabricaban mas…me entere que los Babasónicos vienen a tocan a la fiesta de la X, una cagada la verdad, habiendo grandes bandas en argentina traen a la hija de Moria Casán con su banda de transexuales rellenadores de intestinos gruesos masculinos ajenos a tocar (¿Alguien me podría conseguir el número del encargado de los eventos de dicha fiesta? Le quiero decir unas cuantas verdades).
También viene la Bersuit…¡¡ LA PUTA MADRE!! ¿Qué pasó este año? ¿No había suficiente presupuesto para contratar una banda decente? ¿Se pusieron tacaños y quieren reducir costos? Que increíble…lo hace a uno pensar.

También escuché lo de Darío Silva, y no se preocupen que no voy a hacer ningún chiste de humor negro (que en este caso es bastante redundante).
Darío fue siempre un jugador diferente, no por su talento o su habilidad, sino porque su excentricismo roza la ridiculez. Desarrollo mi teoría:
¿Hay algo más bizarro que un negro teñido de rubio? Es gracioso en serio, me causan mucha gracia los negros rubiecitos, menos esos con la nuca rapada y gorrito visera que me hacen temblar las piernas de forma tal que parece que estuviera bailando una tarantela.
Yo no se si se acuerdan, pero en este último repechaje contra Australia el hombre se bajó del avión con un cinturón que tenía luces fluorescentes que se prendían y apagaban. ¡¡UN CINTURÓN CON LUCES FLUORESCENTES!! ¿No es un capo Darío? Hay que tener flor de huevos para hacer esas cosas. Solo por esas cosas se merecía estar citado a la selección uruguaya.
También voy a extrañar la clase y exquisitez con la que reventaba la pelota contra el travesaño cuando no había un arquero enfrente a un metro de distancia del arco. Que jugador fabuloso, como lo voy a extrañar.

Darío, si estás leyendo esto, te mando un abrazo, un pellizco en el pezón y una palmadita en la cola. Mucha fuerza y no te desmorones que en la vida hay que ver la mitad del vaso lleno, por ejemplo de ahora en adelante vas a tener un asiento seguro en el ómnibus (se me escapó no me pude aguantar)
Bueno, en resumidas cuentas, me parece que me voy a introducir la entrada de la X en el recto, a lo mejor alguno de los Babasónicos me quiere dar una mano.