jueves, diciembre 27, 2007

 

Merry Christmas (I don't want to fight tonight)

Así es, caí en el clásico cliché (o como se escriba) de esta época, y decidí hablar de la navidad. El año pasado eludí olímpicamente hacer referencia a tal tema, pero la faltas de idea producto de dar 4 exámenes en 20 días, dolor de cabeza y tener el intestino ligero producto de devorar 1 kilo y medio mezclado con mate La Selva Compuesta, no me queda otra salida que explayarme sobre la navidad.

El nacimiento de Jesús (junto con Crottogini, las personas que más cambiaron el curso de la historia) ocurrido un 25 de diciembre en la ciudad de Belén (cuidad al norte de Brasil) se celebra cada año en esa fecha, con cenas ostentosas y alcohol en demasía, justo como recomienda la Biblia. Haciendo un razonamiento simplista se deduce una cosa, el 100% de los uruguayos son católicos, ya que si todo uruguayo celebra la navidad es porque todos son creyentes. Sin embargo consultando este dato en Internet me encuentro con que solo el 60% de los yoruguas son cristianos católicos… O flota mucha hipocresía en el ambiente de la sociedad uruguaya o Luís Eduardo González hizo la encuesta de las creencias religiosas de forma telefónica…
De todas formas como soy miembro del Opus Dei, Luterano, católico, y concurrente del templo del Pastor Marcos acompañado por su botellita de agua, alterné mi 24 de Diciembre entre la autoflagelación, la oración, más autoflagelación, ayuno, escuchar un disco de Valeria Lynch a todo volumen, y meditación. Por supuesto que a las 12 brindé con vino consagrado, y luego de darme un par de latigazos en la espalda me acosté a dormir. El 25 sí que fue un día dedicado al Señor (Lo que es estar solo en la vida, debe estar bueno eso de salir con amigos… debe estar bueno eso de tener amigos. En fin, me quedaré con la duda eternamente)

Luego del 24, se aproxima fin de año (¡Que fantástico poder de deducción! Envidiable por el propio Sherlock Holmes… ¿O era John Holmes? No, no…ese era otro) Este intervalo de tiempo que abarca desde el 24 al 31 de diciembre trae consigo contradicciones de orden universal. Explico. En este período nadie hace más que preparar las cosas para el 31. O sea se hace poco y nada. Y como todos sabemos el tiempo es relativo (Estoy contigo Albert) Si no me creen hagan el siguiente experimento. Estén una hora frente a un reloj sin otra actividad que ver el paso del tiempo, y otra hora mirando videos de bloopers de gente que se tropieza y cae…y van a ver como el tiempo pasa mas lento en diferentes circunstancias.
Como en la semana previa al 31 no se hace nada, se supone que el tiempo transcurre de forma lenta y parsimoniosa… pero resulta que no, todo lo contrario. Pese a esa quietud todo avanza a velocidades de match 3. Cuando te querés acordar estás sirviéndote lechón en la casa de un tío que con seguridad se va a empedar…
Este tipo de paradojas temporarias son las causantes de las olas gigantes en el sureste asiático, las hambrunas en África y los cambios de personalidad de Abdala.

Llegado el brindis del 31, se produce otro fenómeno que merece su descripción. Exactamente a las 12 automáticamente uno hace un precario resumen del año transcurrido para luego hacerse promesas de índole personal a uno mismo a fin de ser un ser humano menos despreciable de lo que fue el año pasado (“Si, este año voy a estudiar. Si, este año voy a dejar de pinchar los preservativos que venden en los supermercados con un alfiler. Si, este año voy a dejar de asustar a las viejas con mi máscara de Omar Lafluf en los parques.”)
Promesas cuya vigencia oscila entre 1 y 2 minutos, dependiendo de cuánto demora el brindis.

Así que este 31 levantemos nuestras copas y brindemos por la no auto superación… Sigamos siendo las mismas ratas de caño que fuimos durante todo el año…total, nadie lo va a notar

miércoles, diciembre 05, 2007

 

Resumen histórico

Se acerca el verano, época de ir a la playa a envidiar a los chicos musculosos y admirar a las voluptuosas chicas que nunca vamos a poseer, de desintegrarse el escroto de tanto rascarse las bolas, y para los más burros, épocas de exámenes.
Haciendo uso de una politiquería barata digna de Abdala, he decidido hacer un resumen de historia uruguaya para todos aquellos infradotados que se llevaron a examen la materia más fácil del mundo, simplemente con la esperanza de ayudarlos y encaminarlos en el camino de la verdad y la cultura (y con la esperanza de que Lincoln Maiztegui me contrate como su ayudante y me llene de guita)
Así que sin más preámbulos, aquí les dejo, de forma totalmente gratuita (a no ser que deseen colaborar), la primera parte del resumen histórico de Uruguay.

Corría el siglo XVI, en un lugar de Sudamérica, que en ese momento era fácilmente confundido con la India, yacía un pequeño pedazo de tierra con forma de riñón inflamado… Un pedazo de tierra de unos 178.000 km2 que conformaban el territorio más aburrido que existía (hasta que se descubrió el Polo Sur) Un lugar donde no hay nada salvo pasto. Todo es pasto, pasto, pasto y más pasto. No tenemos desierto, ni montañas, ni un volcán en erupción, ni siquiera un tsunamicito o un lindo terremoto que se trague pueblos enteros… nada, nada…
Un territorio más monótono que el canal 5.
En esta porquería de lugar, habitaban unos simios rasurados llamados “charrúas”. Denominados por Charles Darwin como “el eslabón perdido”, los charrúas habitaban el territorio nacional.
Ésta tribu era digna del lugar donde vivían. Su vocablo estaba conformado por unas 100 palabras (un lorito domesticado aprende mas o menos 10 palabras así que saquen una conclusión de lo inteligentes que eran estos indios)
Tampoco conocían la agricultura, el pastoreo, ni la desintegración del átomo.
Estudios recientes demostraron que sus avances en nanotecnología fueron nulos.
No eran un pueblo guerrero, eran unas mariconcitas nómadas que ante la mera presencia de un gato montés se mandaban a mudar. Tampoco eran politeístas, que es lo que corresponde a toda tribu indígena como la gente. Los charrúas creían en un dios bueno y un dios malo, o sea eran “biteístas”…
Resumiendo, una porquería de indios, los peores indígenas que existieron en la historia de la humanidad. Hasta los indios bolivianos eran mucho mejores que los nuestros.
Para colmo, cuando los españoles vinieron a estas tierras a civilizarnos como corresponde, los comemos (Los guaraníes, los charrúas apenas podían cazar una mulita moribunda)
El muchacho Solís, que vino a estos pajes con las mejores intenciones, termina en un parrillero, pero como somos un pueblo generoso consagramos nuestro teatro en su honor, así que si sos un perfecto desconocido y querés que te recuerden por toda la historia hacete comer por los mapuches o por los maoríes y listo.

Años más tarde, el gobernador de Paraguay, Hernandarias, decidió darle a estas tierras olvidadas cierta utilidad. ¿Piedras preciosas? ¿Minas? No, nada de eso, solo pasto. ¿Depósitos de hierro o diamantes? Tampoco, pasto y más pasto. Y al ver tanto pasto Hernandarias tuvo una brillante idea. Trajo unos animales para que pastaran y se reprodujeran. Me refiero a los negritos de África, claro está…
Pero los negros prefirieron seguir muriéndose de hambre en África a permanecer un segundo más en este país embolante y se arrojaron al mar con la idea de nadar hasta costas africanas, pero como la mayoría de los esclavos todavía tenía las manos y piernas con grilletes se ahogaron en el mar. Los pocos que se soltaron de sus ataduras fueron comidos por tiburones blancos, que luego murieron por indigestión.
Ante tal fracaso, Hernandarias trajo otro tipo de animal para que viviera en estas tierras, así que trajo ganado.
De esta forma la Banda Oriental se transformó en el fondo de América del Sur, en el baldío donde se tiran las mascotas para que copulen y queden al cuidado de nadie, en ese lugar desolado que no sirve para nada…

Esto fue así hasta 1680, cuando los portugueses fundaron Colonia del Sacramento. Para no ser menos, el gobernador de Buenos Aires, Zabala, fundó Montevideo (Porteño de mierda, ¿Qué andás envidiando a los demás?)
A pesar que los españoles vinieron a habitar estas tierras inhóspitas (porque todavía no se habían fundado hospitales) la Banda Oriental seguía siendo un territorio despoblado, de fronteras vagas y asolado por los indios, bandidos y contrabandistas. En este sentido Uruguay mejoró notoriamente, ahora somos solamente asolados por bandidos y contrabandistas (orgullo nacional).
Montevideo, ciudad emergente, fue continuamente asediado por españoles e ingleses, siendo tomada por éstos en 1807…
Grave error, garrafal diría yo, fue deshacernos de ellos. Ser colonia inglesa es lo mejor que nos pudo haber pasado. Ahora estaríamos inundados en nuestra propia opulencia. Fíjense en las ex colonias de Inglaterra, como por ejemplo India, países africanos, del caribe… estaríamos tirando manteca al techo, pero como somos un pueblo con sueños de independencia nos hicimos los rebeldes y los echamos. Me cago en ellos, estaríamos muchísimo mejor que ahora.

Así termina la primera parte. El resumen que viene: Artigas, su romance con Alsina y como hacía para caminar erguido con semejante ñata.

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