El prepucio de Gorzy

Todo el mundo quiere conocer al hombre, o en mi caso androide, detrás del artista. Mi arte es sencillo. Soy el mejor imitador de Ariel Del Bono DEL MUNDO y sus aledaños. Esto lo pude conseguir tras años de escuchar el relato de Kesman, no porque me guste el programa, sino porque a Arielito algún día le va a venir un ataque de epilepsia tratando de pronunciar apellidos como Vennegoor of Hesselink y quiero ser testigo de ese mágico momento.

Nunca imaginé que ese viejito con cara de gallina desvelada y vocecita de duendecillo borracho, que antes me daba miedito (porque mis viejos me decían: “tomate la sopa o te viene a buscar Del Bono y te lleva a la casa de Sánchez Padilla con una remera del Che Guevara”) ahora me dé reconocimiento mundial. Hablando de esa fama, con los autógrafos y firmadas en las tetas todo bien, pero nada de fotos, porque peligra la salud óptica del que la mire. Eso si, por una Fanta-uva, una bolsita de garrapiñada o una foto de Yanucci despatarrado en la mesa de Estadio Uno les grabo un lindo mensajito en su contestadora. De todas formas no le pienso negar mi arte a nadie, ya que es lo que me separa y me sitúa por encima de usted, simple mortal, que en vez de estar haciendo algo interesante como mirarse crecer las uñas de las patas o descubrir alguna nueva forma de esconder pornografía en una computadora que utiliza toda la familia, está leyendo el blog de este desclasado social.

Si alguien descubre alguna forma, por favor hágamelo saber, lo mas excitante que tengo en mi disco duro es una caricatura de Luís Orpi bailando en un caño de plomo con una zunga atigrada que encontré en la página de Guambia. Yo tenía un buen método pero fue descubierto hace unos meses, yo copiaba fotos de alto contenido erótico y las pegaba en un documento de Word. Lo malo es que no me daba cuenta y las pegaba en un ensayo que estaba escribiendo mi vieja para la facultad sobre la reforma luterana. Se podrán imaginar la cara que puso ella y sus cuatro compañeras de equipo al ver a una pendeja de 12 años tratando de introducirse una garrafita de gas en su recto. Las otras fotos no valen la pena comentarlas, ya hubo muchos procesados por pedofilia, y gracias a mi cuerpito de promoción que Dios me ha dado, voy a transformarme en la noviecita del COMCARD en menos de lo que canta un Del Bono, digo un gallo…