martes, noviembre 07, 2006

 

Malditos enanos no me odien

Si hay algo que siempre me ha caracterizado es el rechazo que le produzco a todas las personas menores de 3 años. Es cierto, realmente me odian, no me pueden ni ver. Ojo, yo no estoy diciendo que soy de esas personas que causan cierto rechazo general a todo el mundo con un coeficiente intelectual superior a 20 (Gorzy, García Pintos, el tipo bobo de una sola ceja que aparecía en Waku Waku) digo que soy esos individuos que generan repugnancia a cierto grupo social, en mi caso los chiquillos. Claro, yo no creo que la comunidad homosexual esté muy contenta con Abdala que hace poco quería registrar en una lista especial a estos adoradores del cilindro cárnico, pero yo hablo de personas “normales”.

Desde que entré a mi pubertad, no puedo acercarme a un bebé sin que le rompa el tímpano a los que estamos a su alrededor de los gritos agonizantes que pega, o (si es medio grandecito) sale corriendo hasta reventarse la cabecita con la pata de un mueble o se desmaye por agotamiento (esto último es gracioso porque tengo un primito de un año y medio que corre como Coelho y verlo de atrás es de las cosas más graciosas que se puede mirar. Puedo estar horas correteándolo porque es comiquísimo).

Esta situación ha llegado a desesperarme, por un gran motivo. Mi familia es muy proclive a la procreación desmedida o reproducción ilimitada por así decirlo, o sea todos los años nace un hermano, primo o hijo bastardo por ahí, lo que hace que yo esté en continuo contacto con los susodichos lo que provoca llanto, pataleo y gateos a más de 50 kilómetros por hora cuando ven que me les acerco con mis extremidades superiores extendidas.
Dicen que si ponemos dos ratas juntas se multiplican tan rápidamente que en 18 meses, ellas pueden tener más de un millón de descendientes (dato científico, gracias Google) y yo creo que pasa algo parecido en mi familia. Deben ser el orgullo del Opus Dei, sexo y sexo sin profiláctico…esto les pasa por seguir la Biblia al pie de la letra “multiplicaos y poblad la tierra”, pero no sé porque piensan que lo tienen que hacer ellos solos, y todo esto hace que las reuniones familiares se parezcan más a un pelotero del McDonald o al Montevideo Shopping en las vacaciones de Julio que a cualquier otra cosa, y claro, entre tanto enano con cara risueña y sonriente, me tiento de sostener en brazos a alguno, pero no hay caso, ni bien mis dedos hacen contacto con estos pequeños comienzan a gimotear y berrear de forma tan desesperante que contagia al resto de los de su especie lo que hace que tengamos que abandonar la sala o meterles Valium en las mamaderas para que se calmen.

Mi situación se volvió un poco más crítica cuando me eligieron como padrino de una primita que había nacido hacía 6 meses (dale, compadecete de mi prima, ya todos lo hicieron). Primero me alegré porque por fin me iban a dejar salir en las fotos familiares pero después me di cuenta que en el día del bautismo iba a pasar el peor papelón de mi vida porque iba a sostener en brazos a un bebé que iba a chillar más que las alarmas de los bomberos.
Luego de pedir consejos a los de “Pare de sufrir” (por alguna razón cuando entré a la sede de ellos trajeron corriendo un crucifijo, aceite y agua para exorcizarme), llamar a Pettinatti a que me diera una mano y hacer Tai-Chi para poder manejar mejor la situación, por suerte encontré la luz en la oscuridad, mi buen amigo Diego Magga me prestó un par de jeringas con un poquito de morfina, y ta con eso mas o menos la remé, mi ahijadita sonreía de oreja a oreja, y aprovechando los efectos después salí a la calle con la bebota en brazos diciendo “miren miren” al mejor estilo Rafiki cuando levantaba a Simba.

Intenté de todas formas sobornar a esos enanos para que los pueda abrazar (porque no hay nada que levante mas minas que un perrito cachorro o un bebe chiquitito). Hace poco probé con embadurnarme el torso y espalda con caramelo derretido. La idea no era mala, además los engendritos gozaban de chupetearme el pecho, y cuando me cansaba de cargarlos la consistencia pegajosa del caramelo los tenía adheridos como “Almita” Dos Santos a una botella de grapa miel. El plan iba bien, hasta que me crucé en la calle con María Inés Obaldía y cuando me vio se le abrieron los ojitos como el 2 de oro, y me salió a corretear con la boca abierta mientras dejaba un rastro de saliva como si fuera el cometa Halley a la vez que susurraba “caramelooooooo”, hasta que a los 10 kilómetros se cansó y se metió en la importadora de “Garoto”. La situación tocó fondo cuando se me pegó mi primo más chico por mas de una semana y no lo podía despegar, pero su metabolismo no se detuvo y en menos de 2 días formó una masa de heces tan imponente que nadie podía acercarse a menos de 5 metros a la redonda…al final con la espátula lo pude sacar.

Así que, queridos lectores, si alguien conoce algún otro método que pueda usar, le agradecería que me avisara…thanks.

Comments:
Fa, yo no sé cómo se hace, por eso trato de tener el mínimo contacto con cualquier purrete justamente por eso, porque son odiosos, sólo buscan hacerte pasar malos momentos.
La reacción de Obaldía se podría comparar fácilmente a las sabias palabras del profeta Homero J. Simpson: "Carameloooooooosssss"
Muy bueno el post, va mejorando de a poco.
 
Alexis: muy cierto eso del profeta Homero. Además esos pendejos, ademas de ser odiosos, me odian a mi tambien, de última es recíproco...
 
Es porque pueden ver que tenés a Lucifer dentro tuyo, los purretes saben todo =P
 
cada dia mejor ramone... cada dia mejor...
me ha hecho reirme bastante con este post...
mi relación con los pequeñines es diferente... cada vez que veo uno, quiero que me quieran, convertirme en su héroe... pero después de 2 minutos de contacto con ellos, luego que hicieron todas sus gracias y juegueteos... me aburro.. y me es casi imposible sacarmelos de arriba...
 
Alexis: solía estar poseído por Lucifer, pero desde que el pastor Marcos me hizo un exorcismo estoy 10 puntitos.

Gato: Gracias por tus palabras, realmente me llegan. A mi me pasaba algo parecido, quería establecer lazos sociales con estos enanos para que pudieran ver y apreciar mi superioridad (de altura no de inteligencia) pero al no poder acercarme no puedo mostrarla.
 
Ramone, un gusto conocerlo. El punto máximo del post fue lo de María Ines, que mal momento que te hizo pasar.

Sobre los infantes, propongo que te las juegues con uno de esos inflables en los que se puedan meter a saltar, pueden estar ahi encarrados saltando por horas, cuando se cansan se duermen y no joden para nada.

Sobre la GRAN BANDA Totsky Vengarán, no va a ser el primer debate que tenga, cuando quieras lo hacemos. Eso si, no vale usar grabaciones de conversaciones telefónicas o similar.
 
¿Duele? Porque a mí en cualquier momento me van a agarrar también y quiero estar preparado.
Ahora entiendo como llegaste a hacer un blog que se llama "El prepucio de Gorzy", todo remedio tiene sus efectos secundarios y la religión no está fuera de esa regla.

>> a l e x i s
 
Gisselle: La misión de mi vida es debatir con los trotskianos, de hecho mi hermano que es menor a mi por un año es fanático de trotsky y odia a la sangre (yo soy justamente lo contrario, pero nos une la pasión que sentimos por los Ramones, espero que compartamos ese lazo con usted gisse). Muy bueno tu blog tmb...gracias por ller el mio.

Alexis: no duele (mucho), lo que si duele es cuando el pastor Marcos me quizo cobrar un buen dineral...y mi retraso mental no se debe a el exorcismo, sinó a la sobre-expocisión del pronóstico de
Vasquez Mello (hay un post sobre eso, el tercero que escribí, lo recomiendo porque es mio jeje)
 
Sí ya sé del post que me hablás, pero para mí el pasado pisado, ya fue, no tengo memoria, que es bueno cuando uno le debe plata a los demás, pero no para otras cosas =P

>> a l e x i s
 
porque eso de seguir a un banda y odiar a la otra?? que es ese invento? a mi la sangre no me gusta pero no la odio, la vi solamente en el show de Marky Ramone y no me llamó la atención, pero de ahi a odiarlos hay un tramo. deje vivir!
 
gisse: esto me pasa muy seguido, por ejemplo soy hincha de wanderers y odio a river, me encanta el punk rock pero odio la cumbia, me encantan los rockeros y odio los planchas...lo mismo con trotsky y la sangre. Lo que pasa es que yo soy muy extremista, es un defecto pero una cosa, o me encanta o la odio...igual con los trotskianos esta todo bien
 
mhhhh caramelos y pastillas para dormir, en dosis iguales, alternando... es lo mejor que podés hacer. y te lo digo porque a mí tb me odian los purretes (por suerte a mi no me gustan, siempre preferiré un lindo cachorro).

gracias por pasar...
 
Q feo eso de ser extremista, musicalmente hablando...totalmente opuesto a mi. En fin , soy yo si, tu ex compañerita del Anglo. Saludos
 
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