lunes, marzo 19, 2007

 

Crónicas del 149

El inicio de las clases es algo que siempre me gustó. Hay tantos lindos recuerdos en mis primeros días de escuela (llorar las 4 horas enteritas, caerme de trucha contra el piso mientras corría y rasparme toda la humanidad, jugar a “la rueda rueda”, y vomitar el almuerzo en plena clase por los nervios). Más allá de esas adversidades siempre esperé con muchas ansias el primer día de clases, porque para sincerarme, la escuela siempre me gustó. De hecho esperaba ese día con las mismas ganas que Juan Pedro Damiani espera que se muera el otro viejo decrépito, borracho y poseedor de la peor corbata del mundo para poder coronarse el nuevo rey de Peñarol y continuar con la dinastía Damiani pero con el vigor y fuerza de una persona de 45 y no de una persona de mas o menos 160 años; o con las mismas ganas que yo espero también que sea el 2009 y haya elecciones y que Stirling se tire de nuevo como candidato, para que esta ciudad se vea nuevamente empapelada de su rostro de asador con mirada pensativa, ensimismada y filosófica mirando hacia un horizonte lejano e inexistente mientras se manosea la perita (por Dios que buena campaña electoral se mandaron los hombres del 5%)

Pero este año fue diferente, me sucedió todo lo contrario, y esto fue gracias a un único factor substancial… el viaje de ida del 149.
Es lo peor que hay sobre la tierra, es un método de tortura digno de Guantánamo. Es horrible. Y los que piensan que estoy exagerando es porque nunca se subieron al 149 a las 6 y media de la matina…desarrollo mi idea.

Para empezar, nada bueno se puede esperar de un día que comienza con madrugar. Nada bueno se puede esperar de un día que se inicia con levantarse a las 6 en pleno Julio. Después son aproximadamente 10 minutos en la parada, en la cual me cago de frío y puteo mucho por lo bajo (con la esperanza que no pase el 149). Cuando por fin aparece el condenado ómnibus, me acuerdo de la madre y hermana del conductor, y subo…
Al segundo de subirme me surge el primer bajón, la música que ponen en los ómnibus de mañana. Yo estoy manejando la siguiente teoría, los conductores ponen esa “música” para crear un ambiente propicio al sueño, de modo que los pasajeros, además de tener ganas de dormir por haber madrugado, al sumársele esa música espantosa se duermen y como consecuencia se pasan de parada, lo cual obliga a los inocentes pasajeros a tomarse otro ómnibus, o sea que compran un boleto más del que deberían, boleto que si no fuera porque los pasajeros se durmieron (gracias a la música que ponen) no se vendería…

Luego viene el trayecto en el cual busco algún lugarcito en el corredor, porque ni de casualidad agarro algún lugar vacío para sentarse, y las viejas chotas nunca se apiadan de un pobre estudiante de 19 años (veteranas egoístas, acaparan todos los asientos), y en ese trayecto todos mis sentidos se sensibilizan al máximo ya que se experimentan todo tipo de sensaciones, como por ejemplo, en el 149 tenemos al típico viejo con olor a húmedo y añejo, a la gorda que viaja parada y mira con cara de orto al que viaja sentado, el nenito llorando, el olor a yerba (el mate me gusta mucho pero el olor a yerba ajena sobretodo de mañana me desagrada bastante), el sucito con olor a pata y sobaco, el planchita que escucha cumbia a un volumen considerado, etc.
Además me gusta mirar hacia la ventana, lo cual puede producir traumas al ver los graffitis de por ejemplo “palo y palo” con leyendas del tipo “2009: ganamos y volteamos el impuesto a la renta” (que no se sabe si cagarse de la risa o llorar por el bobo que se le ocurrió semejante idea)…pobre García Pintos…

Yo creo que el viaje de 20 años que hizo Ulises por los mares de Grecia para llegar a Ítaca (en el que desafió al dios Poseidón, luchó contra las sirenas y contra hechiceras como Circe) se le hizo más corto a él que a mí la media hora del 149.
También comparo el maldito viaje del 149 con el viaje en barca de Caronte, con la diferencia que con Caronte llegás al infierno, en cambio en el 149 viajás EN el infierno…

149, la %&”/% de tu madre.



El post del día de hoy está dedicado en su totalidad a Inéz (de Inéz y Vale) que muy amablemente me copió las letras de “gladiador de lengua” y “la octava de Octavio” y me los mandó por mail, ambos temazos de Bufón que recomiendo fervorosamente…
Ine, gracias.

jueves, marzo 08, 2007

 

Mis 6 cosas raras

Fui nominado por Moonclad Reflection a escribir mis 6 cosas raras, bizarras y extravagantes (sin rencores Moonclad, pero estoy haciendo una macumba para que Stockolmo baje a la C y caiga un meteorito sobre la cantina.). Y si bien no creo en las cadenas (de hecho las detesto, solo le respondo al emisor con puteadas) la verdad que no se me ocurre nada sobre que escribir así que, ante ustedes, mis 6 cosas raras:

1) ME DAN MIEDO LAS PELUQUERÍAS: En serio, es algo totalmente cierto, verificable y hasta puede ser demostrado empíricamente. Me dan mucho miedo, no se porqué, pero desde mi tierna infancia recuerdo odiar ir al peluquero. Hace años me cuestionaba por que no me gustaba, hasta que descubrí hace años que es terror. Pocas veces tiemblo y me asusto más que en trayecto de una cuadra que hay entre mi casa y la peluquería, que me parece infinitamente larga cuando la transito con el propósito de cortarme el cabello. Si alguien conociera a mi peluquero se podría justificar mi miedo. El tipo es un homosexual consumado y consumido, corretea para subir la radio, canta mientras te corta el pelo, y más de una vez me pareció sentir que sus dátiles acariciaban mi cuello. Claro, podría ir a otra peluquería que queda a la misma distancia de mi casa que la peluquería del trolo este, pero sale 100 pesos más cara, y si, todos tenemos dentro de nosotros un pequeño judío que nos obliga a hacer estas cosas. En resumen, me aterran, por lo cual mantengo una política de ir 1 o 2 veces al año, o que me lo corte mi hermana (claro, las consecuencias saltan a la vista).

2) DETESTO EL MAQUILLAJE: Este es un blog en contra del maquillaje (también es un blog en contra de la reproducción in Vitro, en contra de jugar 4-4-2 en fútbol, en contra de Alejandro Camino, y en contra de Hungría, odio ese país lo detesto y no se porqué). Si hay algo más feo que una fea con maquillaje es una linda con maquillaje. ¿Por qué esa manía de pintarrajearse la cara cuando las mujeres salen a bailar, o peor a un casamiento? ¿Hay imágenes más asquerosas que mujeres en un casamiento después de haber bailado y que les recorra en la cara el sudor y les deja los surcos de maquillaje en la trucha? El maquillaje es un asco, prefiero toda la vida ver una cara con granitos a que se apliquen base en los cachetes. Es horrible. Pongamos un ejemplo práctico. Christina Aguilera está fuerte como abrazo de retardado, está para el crimen, pero después de verla en un par de video con la cara toda maquillada, el único deseo que me provocó fue de enterrarle la cara en un balde de agua caliente y con una esponja de aluminio y una lija sacarle todo el maquillaje espantoso que tenia. ¿Qué necesidad? Si las mujeres son lindas, no necesitan maquillaje, y si son feas quedan peor. Es una lógica fría y despiadada pero es cierta. BASTA DE MAQUILLAJE.

3) SOY LA PERSONA MAS INDECISA DEL MUNDO: Esto es una derivación de mi gran timidez. Pero la timidez no es tan raro, en cambio mi nivel de indecisión si que lo es. Siempre tiendo a pensar que las decisiones que tomo son las peores y las potenciales que no tomé son mejores que las que tomé. Por ejemplo, cuando te vas a bajar del ómnibus, ¿Por cuál puerta te bajas? ¿Por la de adelante o la de atrás? Porque si estoy en el medio del ómnibus, ¿Que pasa? Si voy a la puerta de atrás sufro el riesgo que al chofer se le olvide abrir la puerta y es muy vergonzoso gritar “puerta”, me moriría de la vergüenza. Pero si voy a la puerta de adelante todos los pasajeros notan mi presencia, lo cual me desagrada bastante. Pero también hay que tomar en cuenta en que parte del bondi estás. Si estás en el medio se complica para elegir. Pero si estás mas cerca de una puerta que de la otra, y vas a esa otra, la gente puede pensar “ah pero la otra esta más cerca pedazo de un tarado”…Bueno, estas cosas me pasan con todo. Es horrible.

4) NO HAY NADA QUE LE PROVOQUE MAYOR PLACER A MIS PAPILAS GUSTATIVAS QUE LOS REMEDIOS: Son deliciosos, no conozco ni uno que no me guste. ¿No vale la pena enfermarse para tomar un par de cucharadas de Novalgina? Es algo de lo más placentero. Mi lengua tiene sinfines de orgasmos cuando es tocada por las dulces gotas del Priperan (o como diablos se escriba). Mensaje a los farmacéuticos: no hagan los remedios tan ricos. Después se quejan que la gente se automedica…

5) ME DAN MUCHO ASCO LAS UÑAS LARGAS: más todavía si están pintadas. ¿Quién dijo que quedan bien? Son horribles, más todavía en los hombres. Es algo que me incomoda mucho. Debe ser la muestra más elemental de que una persona es asquerosa, sucia y desaliñada. Decile NO a las uñas largas, es un mensaje de este blog comprometido con la realidad uruguaya.

6) SOY HETEROSEXUAL Y NO ME GUSTA ANGELINA JOLIE: No, ¿Y que? ¿Por qué me tiene que gustar? Yo sé que es la mujer más sexy del mundo, pero no me gusta para nada. ¿Alguien encuentra sexy esa boca llena de colágeno? A mi los labios carnosos me gustan, pero eso parece la boca de un negro después de haber chupado 4 kilos de naranjas. Aprovecho este medio para hacer dos pedidos. El primero a mis amigos, no me sigan mirando como un bicho raro por no gustarme ella. Y dejen de mandarme videos y fotos, cada día me gusta menos esa loca. El otro pedido es para Angelina. Escucha Ange, no nuestro nunca va a resultar. Yo se que Brad Pitt la tiene chica y es impotente pero ta, no me interesa revolcarme contigo. Además ese espíritu de Madre Teresa que te agarró no va conmigo. Si querés salvar a los borregos de Saigón y de África pone un comedor o algo así, con adoptar 3 borregos no solucionás nada…
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Bueno, tendría q sentenciar…mmmmmmm…el Gato Pedrense, Mathias, Ine y Vale, Kum Kum, y Jeza (así hacemos esta cadena internacional). Si no la conocen, tienen que escribir sus 6 cosas extrañas…lo que más cuesta es elegir esas 6 cosas, lo se…

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